La economía es donde se define el poder en la sociedad moderna, como lo sufrimos en nuestro país. Cada decisión económica afecta la vida de millones de compatriotas y el presente y. el futuro de la sociedad. Porque cada medida significa transferir millones de pesos de unos sectores a otros: por ejemplo, cada día los jubilados pierden millones de pesos que no cobran y van al pago del endeudamiento y de los bonos financieros.
Con ese poder este gobierno usa los salarios, las jubilaciones, el tipo de cambio, los intereses para sacar fondos de los sectores productivos de bienes y servicios y pasarlos a los grandes empresarios, los banqueros, los acreedores públicos y privados y los vendedores del exterior que nos transfieren su trabajo en lugar del nuestro en los productos de importación. Es una maniobra clara y masiva, enmascarada en cháchara financiera.
Esta gran maniobra de achicamiento nos empobrece ahora día por día. Y dejará al país exhausto cuando logremos liberarnos de ella. Por eso tenemos que luchar, por expulsarlos lo antes posible. El radicalismo tiene que asumir este deber y comprometerse, denunciando a los cómplices y usufructurarios de esta gran mentira.
La acción política debe siempre tener de mira el bienestar de los compatriotas en el presente y en el futuro.
La estrategia de achicamiento la implantó Martínez de Hoz en 1976, Cavallo en 1991, Macri en 2018 y Milei ahora. Cada una provocó una reducción de la actividad productiva de toda la sociedad y terminó con un gran aumento de la deuda externa que después impide a la sociedad reconstruirse: por eso la Argentina no puede crecer a largo plazo.
Una economía moderna solo es posible si tiene una agenda de desarrollo nacional. Apostar a un modelo extractivo basado en el sector agrícola, en la energía y minería, fundamentalmente, en detrimento de los sectores productivos industriales y no promoviendo desde el Estado una estrategia de I+D consolidará una Argentina de exclusión social. Las tendencias dominantes a nivel mundial, en un contexto internacional cambiante, nos obligan a pensar y trabajar para una Argentina integrada social y económicamente fortaleciendo las instituciones democráticas y republicanas.
Daniel Larriqueta, Pedro Calvo, Edit Gallo, Oscar Muiño, Lucía Alberti, Marcelo Alegre, Diego Barovero, Agustina Monner Sans, Mabel Bianco, Francisco Alfonsín, Laura Echezarreta