Mi mejor anécdota fue cuando, en tiempos de la columna semanal, Aníbal Fernández, que era ministro del Interior, amenazó en un nota con demandarme por calumnias –yo había dicho que él no podía solucionar la violencia en el fútbol porque era parte del problema. Mario me dijo: “si te llega la carta documento, me avisás, porque desempolvo el diploma de abogado y te defiendo yo”. Mario era eso: un tipazo. Pablo Alabarces