Alberto Fernandez y su mal talante con los periodistas
“Andá a trabajar de periodista”, le dijo al cronista de Radio Mitre, cuando le hizo una pregunta que la sintió incómoda. Pero acaso l@s periodistas están para mimar a los políticos o en cambio deben sacarlos de su lugar de confort y confrontarlos, desarmar sus discursos y buscar el fondo de cada asunto?
¿Quien quiere escuchar a un periodista preguntarle a un dirigente político sobre su dieta para el almuerzo o su rutina de paseo a la mascota doméstica?
En momentos en donde el Frente de Todos ganó la elección justamente por haber logrado aglutinar a dirigentes de diferentes ámbitos que hasta poco antes no se entendían entre sí, no es raro que algún periodista pregunte cómo hará para organizar y sortear las tensiones internas. O si la vicepresidenta electa tiene un liderazgo tan fuerte al punto de haber sido quien eligiera al propio Alberto Fernández de candidato, no parece extraño que le consulten cómo funcionará ese equipo. Quien dominará a quien en la dupla.
Y hasta haciendo un paréntesis respecto al rol del periodismo, el cronista que le hace preguntas a un político, no es un multimedio, es solo un trabajador casi seguro mal pago. Con familia y que seguramente para conseguir esa entrevista se murió de frío, se levantó temprano y busca la forma de ganarse una continuidad en su trabajo, haciendo alguna pregunta que tenga interés en la audiencia.
Detrás de ese cronista hay una persona. Y Alberto Fernandez aquella mañana agredió al periodista y a la persona.