COVID…LA GUERRA SANITARIA

Soy Marcela Bajraj

Médica Clínica pero no ejerzo la medicina desde hace muchos años.Milité en política durante mi adolescencia en la secundaria, con la entrada a la democracia  y en mi  Juventud, especialmente en la Universidad de Buenos Aires.Me encanta la política. Quiero a la política. Tengo amigos políticos, historia familiar y ex familiar política también. Todos de diferente color politico peronistas, radicales, mi viejo radical balbinista. También en lo religioso, familia mixta (judíos y católicos)

Estoy entrenada en esto de convivir en la tolerancia.Creo en el derecho a reclamar y luchar por los derechos de cada uno.

Vengo de familia de médicos y vivo con mi marido que es médico y  ejerce hoy la medicina. Escribo porque hace 5 meses que lo veo de “adentro”. Lo bueno y lo malo.

Siento lo que es poner el cuerpo todos los días para atender a los pacientes, disfrazándose de “astronauta” para no contagiar.

Se de los aislados, los que están solos porque nadie puede visitarlos.

Los pacientes que ingresan por un simple síntoma y horas después se desestabilizan y hay que intubarlos, pronados. O que luego mueren solos en la terapia intensiva.

No es como cualquier otra enfermedad, por ahora.

Y vivo también el miedo: a contagiarse de quienes están hoy en la primera línea (médicos, enfermeros, etc) y a contagiarnos y a a contagiar nosotros a nuestros padres, etc.

Desde siempre milité por un mundo mejor.

Pero hoy siento Furia, Dolor y Tristeza

En esta sociedad en la cual vivimos, los valores dependen del lado en que te pares.

La vida me enseñó el valor de poder cenar juntos mientras la gente pelea sin saber bien que y por qué.

Cómo en una guerra, en la cual, los jefes o comandantes en jefe, envían a sus tropas a la muerte, mientras ellos, toman whisky en una sala con pantallas 3D.

2020, una pandemia para el mundo.

Artificial? Real? Guerra biológica? Guerra tecnológica?

Miles de interrogantes.

Pero…

Lo único cierto es que está.

Y no hay vacuna.y no hay remedio

Y muere mucha gente junta.

Sin importar color, raza o religión

Tampoco estrato socioecomico.

Pero en esta guerra, los comandantes son los políticos y los medios que sentados tomando whisky, mandan al sistema de salud a pelearla y a dar su vida para ganar batallas.

Y por el otro lado, mandan a otra gente a realizar “gestos” que aumenten así al enemigo.

Es como el comandante en jefe que levanta el teléfono rojo y alienta a su enemigo a incorporar más soldados a la batalla, contra los suyos.

Pero tanto en las guerras militares como en las sanitarias, los ganadores siempre son ellos.

Mientras tanto, la sociedad, cegada por la inyección de odio que emanan los distintos sectores, se volvió egoísta, cero solidaria, cero empática, hipócrita, transformándose en marionetas de los poderes

Trasmito a mis hijos la solidaridad, los derechos y obligaciones, el respeto hacia el otro. Valores que no tendría que ponerse en duda.

Pero lo que siento hoy, no me gusta.

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