Por Marcelo Insúa
Si este gobierno hubiera querido terminar con lo más rancio de la casta política argentina, hubiera aportado todos sus votos en la Cámara de Diputados para darle media sanción a la ley de Ficha Limpia.
Pero Milei no quiere terminar con la casta solo quiere administrarla, él existe gracias a la casta, ambos se necesitan.
Con la casta Milei está negociando la integración de la Corte Suprema, además de sostener a CFK como rival, garantizando que la oposición no se renueve.
La Ficha Limpia funcionó como un parteaguas para la mayoría de los partidos políticos, se transformó en un clivaje que trasciende las identidades partidarias, dejando diputados a ambos lados. En sociología política, llamamos clivaje a aquella cuestión social que deja una grieta, repartiendo en forma antagónica los votos, a favor o en contra de un tema.
Lo cierto es que esta grieta de la Ficha Limpia no funciona en la sociedad, la inmensa mayoría piensa que solo la gente honesta debe ocuparse de la política. Por lo tanto no se trata de un clivaje social, no hay una masa de ciudadanos en contra de la Ficha Limpia. Estamos ante un clivaje político, acá la grieta se presenta solo entre los integrantes de la clase política.
De un lado quedaron los malos, es decir los que se ausentaron para no dar quorum a la sesión. Aunque un amigo me dijo “en política los buenos y los malos cambian todos los días”, entonces me rectifico, de un lado quedaron los “garantistas de los derechos electorales de los condenados en dos instancias judiciales”, ellos fueron:
- Todo el peronismo, desde la izquierda kirchnerista, pasando por los republicanos de Pichetto y terminando con los representantes sindicales.
- La izquierda, insólitamente, sin casos de corrupción entre sus dirigentes, ausentaron a sus diputados y se opusieron a limpiar la política.
- La Libertad Avanza, con un tercio de sus diputados ausentes aportó al quorum frustrado. Guillermo Francos intentó explicar lo inexplicable de una supuesta proscripción a CFK, quien de todos modos no hubiera sido alcanzada por esta ley, se hubiera protegido con el principio de irretroactividad de las leyes y aplicación de la ley penal más benigna.
- El Pro de Patricia Bullrich aportó un par de ausencias a la falta de quorum, además la ministra de ¨quién las hace las paga¨ acompañó a Francos esbozando excusas irrazonables en los medios.
- El bloque de la UCR presidido por De Loredo, en una nueva demostración de liderazgo colaboracionista, aportó los 5 diputados pelucas a la ausencia general.
Del lado de los buenos, quedaron quienes intentaron dar quorum:
- El bloque de Democracia para siempre, escisión de la UCR oficial y opositor al gobierno, quienes aportaron todos sus votos a favor del proyecto, con excepción de una diputada que se ausentó por cuestiones de salud.
- La mayor parte del bloque UCR oficial, que aporto a todos sus integrantes, con excepción de los 5 pelucas.
- La Coalición Cívica.
- EL PRO macrista.
Luego de este poroteo y sabiendo que no se logró la sanción podemos sacar dos conclusiones claras.
Conclusión 1:
La clase política no está preparada para lo que la sociedad reclama y sigue desafectándose de las demandas de trasparencia y honestidad. Esto profundiza y reaviva la crisis de representación que llevó a Milei al gobierno.
Conclusión 2:
El líder de los “garantistas de los derechos de los condenados en dos instancias judiciales” (los malos) es Javier Milei, quien se encargó de que no haya quorum.
¿Por que lo hizo?
Porque a mayor institucionalidad le corresponde menor lugar para los líderes populistas. Milei administrando la casta sigue debilitando la renovación de los partidos políticos, es decir, sigue propiciando su propia existencia como político anti política. Si Milei propiciara una solución institucional para sacar a los deshonestos de la política, dejaría de ser un líder, que como todo populista crece en la grieta social y se quedaría sin razón de ser.
Milei, quien se adueñó del 56% de los votos, montado sobre la denuncia de la casta y la desaprensión de los grandes partidos hacia los problemas de la sociedad, fue el principal responsable de que la Ficha Limpia no haya recibido la aprobación de la Cámara de Diputados. Con los 8 diputados ausentes de La Libertad Avanza, los 5 radicales pelucas que él controla y los de Patricia Bullrich, sobraban las presencias para un quorum que no se alcanzó por solo un diputado.
Ese diputado del PRO que acusó problemas de tránsito lento en la calle y otro de LLA que acusó problemas de tránsito ligero en sus intestinos, no hubieran sido memes sin el retaceo del presidente a esta ley que hubiera renovado el sistema político expulsando a los peores (a los malos).
La Ficha Limpia establece como institución, una grieta a ambos lados de la legalidad, que la clase política argentina administrada por Javier Milei, no está preparada para aceptar.
Será trabajo de los buenos insistir y recordarles a los votantes que la ¨Ficha Limpia¨ es una de esas reglas que mejoran la democracia, generan gobiernos de calidad y expulsan a las castas enquistadas en los partidos políticos permitiendo que estos se renueven.
Los malos siempre están en condiciones de volverse buenos, tengamos fe.