En la Comisión de Internacionales del Foro Encuentro Reformista, se realizó un conversatorio con la exposición de Gabriel Puricelli -Coordinador del Programa de Política Internacional en el Laboratorio de Políticas Públicas- quien analizó la evolución de la política exterior argentina y el quiebre que introduce el gobierno de Javier Milei.

📌 El Consenso Histórico

Durante 40 años, la política exterior argentina mantuvo líneas de continuidad más allá de fuertes matices ideológicos. Destacó que Dante Caputo, como canciller de Raúl Alfonsín, cavó una “canaleta” —y estableció una línea de base— por la que transitó la política exterior democrática de Argentina. Esa orientación, basada en el interés nacional, la promoción de la democracia en la región y el multilateralismo, fue tan sólida que incluso gobiernos de distinto signo mantuvieron esa línea, con matices que no se pueden omitir. Puricelli señaló que recién con el gobierno de Milei se rompe de forma rotunda con esa continuidad, subordinando la política exterior a una agenda ideológica y personalista.

📌 El Quiebre con Milei

El actual gobierno, en cambio, rompe con esa tradición y reemplaza la diplomacia por una alineación dogmática con Donald Trump y otros líderes iliberales. No se orienta en función del interés nacional, sino que se limita a la búsqueda de reconocimiento personal (a veces incluso ficticio) para el presidente.

📌 ¿Consecuencias?

🔹 Argentina perdió capacidad de negociación internacional.
🔹 Se desdibujó definitivamente el rol del Congreso en la política exterior.
🔹 El personal diplomático de la Cancillería quedó paralizado por un clima de terror impuesto por comisarios políticos, sin margen de acción real.

📌 ¿Hacia dónde vamos?

El desafío es reconstruir una política exterior basada en los intereses estratégicos del país y no en afinidades personales o discursos meramente ideológicos.

El debate fue presentado y estuvo moderado por el Dr Adrián Gindín

 

 

 

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