“Se distorsionó el sentido del 24 de marzo.  Para mucha gente es un fin de semana largo y para el kirchnerismo, el tema se mezcla con el juicio a Cristina, y a la Corte. Pero es el día de la Memoria, para recordar un momento de la historia Argentina en que se perdieron tantas vidas y hubo tanta gente desaparecida”.

¿Cómo fue su acercamiento a la sociología y qué recuerda de aquellos años donde tanto se perseguía a estudiantes y profesores en las universidades? ¿Es cierto que conoció a su esposo en la cárcel?

Mi padre tuvo gran influencia en mi elección de la carrera de sociología. Él era médico, pero siempre estaba en la vanguardia de las lecturas modernas y me insistía muchísimo. Cuando terminé el secundario estaba algo desorientada pero él me hablaba de lo que ocurría en Francia y sobre las ideas de Herbert Marcuse y las diversas corrientes de pensamiento de la época. La verdad me re-entusiasmó y me inscribí. La carrera fue una experiencia muy linda, con muy buenos compañeros y compañeras. La cursé en la Universidad del Salvador porque se había cerrado la universidad del estado por la dictadura. Pero también ahí hubo profesores que se tuvieron que exiliar así que no fue fácil esa etapa.

Respecto a si conocí a mi esposo en la cárcel, bueno yo no estaba en la cárcel sino que mis hermanos Federico (Storani) y Conrado Hugo, con mi marido  (Ricardo Campero)  fueron fundadores de la Franja Morada y militaban intensamente. Mi marido venía del Rosariazo, luego se produce el Cordobazo y ellos viajan a La Plata con material de difusión, volantes y deciden volverse en auto a Buenos Aires.  En la entrada de Buenos Aires los intercepta un patrullero y los pone presos porque la policía consideraba que llevaban “material subversivo”, que en realidad eran volantes de la Franja Morada!.

Corría el año 69, pleno Cordobazo. Nos avisan que quedaron incomunicados. Fuimos con mi mamá a tratar de verlos y no nos dejaron. Recuerdo que justo era un 25 de mayo. Cuando llegamos a la comisaría, la seccional 15, nos querían hacer pasar al cóctel por el día de la patria, pero cuando les aclaramos que en realidad veníamos a ver a los presos políticos, nos mandaron por otra puerta.

Hasta que no llevamos abogado no nos dejaron verlos. Ahí fue que lo conocí a mi marido. Él estuvo preso con mi hermano por tres meses por este episodio en cárcel de Devoto, en un pabellón grande donde estaban todos presos políticos.

Mi padre los visitaba en la cárcel y les llevaba comida. El mismo director de la cárcel le advirtió a mi padre que siga trayéndoles todo lo que considere porque “los presos de hoy serán los gobernantes del mañana” . Luego salieron y ahí fue que nos pusimos de novios. Llevamos 51 años de casados.

51 años! Wow… y compartiendo también la pasión por la política

Si eso facilitó mucho. Como muchas mujeres tenía las tareas de cuidado, que hoy están tan en debate y pero al estar con un compañero que estaba en la misma, capaz un poco facilitaba, aunque no del todo porque igual todos tienen estereotipos en la cabeza. Hay muchas correligionarias que tenían serios problemas en sus casas o la familia se les ponía en contra porque tenían que salir de golpe a la noche por alguna actividad política.

Estos son los temas que yo trabajo hacia adentro del partido y hacia afuera para lograr mayor igualdad de género, ejerzo la militancia política con el sesgo de género. Porque si bien hemos superado un montón de cosas, todavía hay muchos condicionamientos.

Hay algunas mujeres que abrieron mucho camino, fueron íconos en la UCR y en la política en general como es el caso de Gabriela Gonzalez Gass o Florentina Gomez Miranda y otras.  De ese grupo ellas ya no están pero ud forma parte y  sigue avanzando y dando testimonio con su trabajo y su lucha,  ¿toma noción de que,  aunque ud se mueva con humildad, forma parte de estas personalidades que tanto marcaron y marcan la historia política argentina y la lucha feminista?

Gracias, tuve la suerte de militar con Florentina, María Teresa y Norma Alegrone, y Gaby se murió muy joven pero con una claridad en su lucha. Ella ha sido pionera en las leyes en la Ciudad de Buenos Aires. La ley de salud sexual y reproductiva, por ejemplo. La mirábamos con ansiedad porque queríamos que todo eso llegara a la provincia de Buenos Aires. Y fue parte de los grandes debates en el Congreso Nacional como Florentina. Florentina tenía escrito el proyecto de la ley de divorcio mucho antes de la salida de la dictadura. La maravillosa mirada de Alfonsín, su “viveza” fue tomar el proyecto y mandarlo a la Cámara de diputados como proyecto del Ejecutivo. Y así se abrió un debate maravilloso. Alfonsín tenía una visión de la igualdad y de la libertad muy profunda. Con toda la iglesia católica en contra que lo criticaba porque decían que Alfonsín estaba en contra de la “familia Argentina”, y que por su culpa se iban a divorciar más matrimonios.

Paso todo lo contrario. Solo se fueron regularizando situaciones. Hoy las personas jóvenes lo manejan como derechos adquiridos. Pero en aquel momento no lo eran. Alfonsín cierra la campaña en el obelisco con el proyecto de la Patria Postestad compartida.

¡En esa época- año 83- las mujeres no disponíamos de nuestros hijos! Fue un avance increíble. Esto lo llevaron adelante las mujeres con mucho ahínco, pero también el apoyo de los legisladores radicales varones. Las mujeres tuvieron un liderazgo maravilloso pero eran re poquitas, aliadas con algunas otras mujeres peronistas.

El 8 de marzo pasado, las radicales hicimos un raconto,  a propósito de los 40 años de democracia. Buscamos 40 leyes de origen radical con esta perspectiva de género y derechos humanos, para exponer. Y cuando empezamos a revisar había muchas más. Hicimos un trabajo con cada comité radical de provincia para que en cada lugar revisara lo mismo. Todo quedó plasmado en un video.

Lo que muestra que las radicales siempre han estado en la vanguardia. Fui diputada cuando se trató la ley de matrimonio igualitario. Y para mi fue fascinante ese debate. Además fue en base a todo lo que se había discutido en aquel debate cuando la ley de divorcio vincular. Se repetían posiciones, aún cuando había pasado tanto tiempo.

Fue importante también porque nuestro partido es republicano pero no todos pensamos lo mismo, así que fue muy interesante el debate hacia adentro, y un aprendizaje en la búsqueda de consenso.

 

¿No siente que a veces al radicalismo, justo ahora que se conmemora el Día de la Memoria, le faltó hacer más trabajo de reivindicación de la propia lucha como partido en el gobierno justo después de la dictadura,  en la defensa de los derechos humanos?. Tuvo que llegar la película “Argentina 1985” para poner en valor lo que significó por ejemplo hacer un juicio a las juntas en plena transición para sentar las bases de la democracia.

Creo que vino la película y sí, eso se valoró más. El kirchnerismo es un “como sí” con el tema de derechos humanos. Incluso la marcha que van a hacer mañana, vas ver como se distorsionó el sentido del 24 de marzo. La gente lo toma como un fin de semana largo. Se van afuera. Aumenta la tasa de turismo y se supone que es un día de recordación, de lucha. Cuando fui diputada presente un proyecto para que ese día hiciéramos lo que hacen en Europa con el holocausto. Se para la fábrica una hora, se toca la sirena, se habla del tema en las escuelas pero sin dejar la tarea. No tendría que ser un feriado. No lo entendieron así y me salieron a desestimar el proyecto. Pero es para volverlo hablar. Porque al final es un fin de semana largo y se distorsiona el sentido. Es un día muy importante.  ¿Y qué hace el kirchnerismo? Están todos peleados entonces van a tener 3 escenarios. Es una vergüenza, ellos están con el tema de juicio a Cristina, y el juico a la Corte justo el día de la Memoria, que fue un momento de la historia en que se perdieron tantas vidas y hubo tanta gente desaparecida. Nosotros vamos a hacer un acto en la Plaza Mario Abel Amaya. Lo hacemos todos los años con Lucía Alberti que dirige ese ateneo. Se simboliza en la figura de Amaya, que fue desaparecido y muerto en la dictadura, la lucha nuestra. Tenemos muchos muertos siendo radicales y por todos los muertos de todos los partidos. Y a la marcha del 24 vamos, pero no nos dejan participar. Es tal la pelea entre ellos, en el kirchnerismo, que se nos hace difícil. Hay muchos organismos de derechos humanos que en su momento han tenido una trayectoria histórica contra la dictadura, como la APDH, de la que fue Alfonsín miembro y mi hermano también y Graciela Fernandez Meijide. Pero hoy solo es plausible a lo que pide Cristina. Es una distorsión terrible. Espero que recapaciten.

 

Por Laura Echezarreta

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