🚨Cuando la policía no funciona como debería, se busca reformarla y mejorarla, no cerrar todas las comisarías.
⚖️Cuando la justicia falla, nadie propone clausurar los tribunales*.
🩺🏥Entonces, si un hospital tiene problemas, ¿por qué, en lugar de arreglarlo y fortalecerlo, se lo vacía?
La política de ajuste en el sistema de salud pública está generando consecuencias graves, especialmente en el área de salud mental. Casos como el conflicto en el Hospital Bonaparte, el intento de cierre del Centro de Salud Mental N° 1 en Núñez y los despidos en el Hospital Sommer reflejan una estrategia que reduce recursos en vez de fortalecerlos.
🔴El Hospital Bonaparte, especializado en salud mental y consumo problemático de sustancias, ha sufrido un recorte, con 200 profesionales separados de sus cargos (40% del personal). El conflicto expone un plano superficial, el Gobierno Nacional asume que quienes fueron designados en gestiones anteriores son “parásitos del Estado” y deben ser desvinculados, con la auditoría actuando como simple formalidad posterior. Pero el régimen laboral en hospitales es de contratos, no son nombramientos políticos, sino que médicos/as que cumple funciones por más de 8 o 9 años siguen como “contratados” a renovarse según decida la autoridad de turno.
🔴Lo mismo ocurre con el intento de cierre del Centro de Salud Mental N° 1 en Núñez, dentro del marco de la venta de inmuebles públicos.
En lugar de reducir recursos, se necesitan más inversiones en la red de atención para enfrentar la creciente demanda de servicios de salud mental, especialmente después de la pandemia.
🔴Y también en el Hospital Sommer con 130 personas que fueron despedidas en enero, incluidos médicos, enfermeros y personal técnico.
Esta medida se suma a los despidos previos en otros hospitales que forma parte de un plan de reestructuración que debilita aún más el sistema de salud pública.
LA SALUD MENTAL EN PELIGRO: RECORTES Y DESPIDOS QUE AFECTAN A TODA LA SOCIEDAD.
🔴Desde el Foro Encuentro Reformista expresamos que es momento de fortalecer el sistema con más recursos, mejores condiciones laborales y un enfoque ético que ponga el bienestar de la población en primer lugar
Una política errada con graves consecuencias
✅ Reducir personal y recortar servicios no es la solución. Lo que se necesita es mejorar las condiciones laborales para atraer y retener a los profesionales de la salud y mejorar el servicio que se brinda a la población. El Estado debe fortalecer el sistema sanitario, no recortarlo.
✅ Nadie discute el derecho del Ministerio a intervenir y auditar, pero el análisis debe ser más profundo.
La bioética moderna, a través del modelo de “capas de vulnerabilidad” de la Dra. Florencia Luna, destaca que la atención en salud mental no puede evaluarse sólo en términos cuantitativos.
No es lo mismo tratar a una joven que vive con su familia y acaba de terminar la secundaria que a un adolescente en situación de calle sin acceso a educación ni redes de apoyo.
Según la Ley de Salud Mental, la internación debe ser el último recurso. Por eso se trabaja en el seguimiento de pacientes y en su relación con el afuera.
Los recortes presupuestarios, justificados como parte de un ajuste para reducir la inflación, profundizan las vulnerabilidades existentes y limitan las herramientas estatales de asistencia.
Afirmar que “sobran” profesionales sin definir las necesidades con parámetros adecuados y sin considerar la ética en la atención es un argumento simplista y peligroso.
Pero más allá de esto, hay una cuestión de valoración ética que el Gobierno evita exponer abiertamente.
Como reformistas y radicales, desde este Foro tenemos la responsabilidad de defender una política de salud basada en la dignidad y el respeto por los derechos de cada persona.