Según Martín Caparrós, la crónica es un texto periodístico que se ocupa de lo que no es noticia. La Crónica es una forma de pararse frente a la información y su política del mundo: una manera de decir el mundo también puede ser otro. La Crónica es política. Es mirar de otra manera eso que todos miran.

En una entrevista, Roberto Moldavsky contó una anécdota. Un día durante un show dijo que no le gustaban las camisas celestes que usaban los dirigentes del PRO. Desde el público alguien le gritó, “ah entonces te gustaban las camisas de los chorros K?”

Esta tarde mientras revisaba twitter  me encontré con una publicación del economista y consultor en finanzas, Miguel Boggiano que decía algo así como “si estudiaste en la UBA es posible que seas pro Chavez, pro Cuba, anti EEUU, anti libre comercio y defensor de usurpadores de tierras. La UBA genera ideología de pobreza y estancamiento”.

¿En qué momento ser alguien de derecha se volvió tan berreta y hostil tipo barra brava?

Una cosa es creer en la libre competencia, en el derrame, en el individualismo y esas banderas conocidas. Otra es despreciar directamente a pobres, progresistas o estar contra aquel que recurre a un plan asistencial por extrema necesidad, y encima hacer alarde de eso, como si se tratara de un comentario por demás aceptado y lógico.

Sorprende ver a los que tienen opinión pública, burlarse sin pudor de quienes creen  que la educación debe ser accesible para tod@s o que despotrican contra la UBA que es de las mejores universidades de Latinoamérica.

También cuando en un teatro, una crítica liviana a funcionarios y políticos, que  no es más que tratar de usar un espectáculo de diversión para cuestionar algunas seudo-normalidades (como es la ridícula y graciosa puesta en escena que hicieron  todos los que formaron parte del gobierno del PRO al vestirse iguales con la misma camisa!!), se enfrenta a dardos de un espectador con el cerebro tan  sesgado que intolerante y conflictivo no logra reírse porque ve en el chiste una amenaza a su existencia . Antes Olmedo palmeaba la cola de las chicas, hoy hay humoristas que le ponen un poco más vuelo al asunto.

Suena a licuadora, todo mezclado. Pero de eso se trata esta crónica, de pensar el verano con batidito de las cosas que fueron pasando pero que de algún modo nos arman un perfil de argentinidad todavía posible de ser modificado para mejor.

10 pibes mataron a patadas a un chico. Fueron Rugbiers de Zárate veraneando en Gesell que al momento se negaron a declarar y tendrán todos un mismo abogado. La sociedad conmovida con la trágica noticia.

Todxs los demás que salían del boliche dicen que estaba hasta las manos de gente. Que no se podía respirar de la cantidad de personas en el lugar. (cómo en Cromagnon que paso de todo o como en muchos otros boliches donde no pasa nada de casualidad) Que los de seguridad vieron la golpiza y no hicieron nada. La gente filmaba el asesinato.

Otra vez un boliche que se dedica exclusivamente al entretenimiento de pibxs, no pudo garantizar una buena fiesta y quedó mirando para otro lado en cuanto a controles y seguridad. Un pueblo como Gesell que sabe que se llena de pibxs durante enero, no pudo generar la estructura de funcionamiento para que sea un balneario divertido y pacífico. Y los matones de siempre disfrazados de veraneantes, arruinando la vida de los débiles. Sí, eran rugbiers también, deporte bastante violento que con los años ha ido mejorando en cuanto al arbitraje para evitar esas golpizas atroces pero que sigue siendo un deporte de contacto, donde el que no sale quebrado, sale destrozado. Sin contar que sigue la tradición de los jueguitos de iniciación y demás.

Nadie cumple su rol. Ni el espectador de un show de humor, ni el experto en finanzas, ni el boliche ni los rugbiers veranenates, ni la ciudad que recibe jóvenes en enero.

Pero solo se trata de vivir teniendo como regla de convivencia los derechos humanos, puede que algunx no los recuerden pero son:

Todos los seres humanos nacen libres e iguales.

Todo individuo tiene derecho a la vida, la libertad y la seguridad.

Nadie será sometido a esclavitud ni a servidumbre.

Nadie será sometido a penas, torturas ni tratos crueles o inhumanos.

Todo ser humano tiene derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica.

Todos tienen derecho a la protección contra la discriminación.

Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales.

Nadie podrá ser detenido, desterrado ni preso arbitrariamente.

Toda persona tiene derecho a un tribunal independiente e imparcial.

Toda persona tiene derecho a la presunción de inocencia y a penas justas.

Toda persona tiene derecho a la privacidad, la honra y la reputación.

Toda persona tiene derecho a la libre circulación y a elegir libremente su residencia.

Toda persona tiene derecho al asilo en cualquier país.

Toda persona tiene derecho a una nacionalidad y a cambiar de nacionalidad.

Todos los individuos tienen derecho a un matrimonio libre y a la protección de la familia.

Toda persona tiene derecho a la propiedad individual o colectiva.

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión.

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión.

Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y asociación.

Toda persona tiene derecho a participar, directa o indirectamente, en el gobierno de su país.

Toda persona tiene derecho a la seguridad social.

Toda persona tiene derecho al trabajo y la protección contra el desempleo.

Toda persona tiene derecho al descanso y al disfrute del tiempo libre.

Toda persona tiene derecho al bienestar: alimentación, vivienda, asistencia médica, vestido y otros servicios sociales básicos.

Toda persona tiene derecho a la educación y al libre desarrollo de la personalidad.

Toda persona tiene derecho a tomar parte en la vida cultural de su comunidad.

Toda persona tiene derecho a un orden social que garantice los derechos de esta carta.

Toda persona tiene deberes con respecto a su comunidad.

Nada de esta carta podrá usarse para suprimir cualquiera de los derechos.

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