¿Qué tipo de debate público tenemos? ¿las Redes Sociales son un campo de batalla?
Organizado por la Cámara de Diputados de la Nación, el Instituto Nacional Demócrata, Democracia en Red y Red Innovación, expertos de la región expusieron en una jornada que se desarrolló de manera virtual, durante 5 horas. En esta crónica resumimos las primeras exposiciones.
Francisco Herrera del Instituto Nacional Demócrata arrancó el encuentro mencionando que desinformación, pos verdad y fake news, son palabras nuevas en nuestros diccionarios. Y puntualizó los objetivos del encuentro: analizar cuánto tiene de político y cuánto de tecnológico este fenómeno de la viralización de noticias falsas.
“Tenemos que encontrar soluciones a la desinformación. Lo que aportan a esta situación nuestros propios miedos como seres humanos. ¿Quiénes juegan con esos miedos y deseos para hacernos parte de esas burbujas que pervierten la calidad de una democracia, que ya de por sí está bastante deteriorada?¿Pero de quién es la responsabilidad?¿Cómo manejar estas situaciones sin poner en jaque las libertades y los derechos individuales? ¿Algunos proyectos plantean penalizar estas conductas, pero pasa por ahí la solución? El nuevo espacio del debate público ya no es la plaza sino el digital, el espacio virtual. Por eso veremos ¿cómo afecta en la generación de consensos, esta desinformación deliberada y con qué herramientas cuentas las instituciones para mejorar la calidad del debate?”
Juan Manuel Cheppi Secretario General de la Cámara de Diputados, en la apertura del encuentro, señaló que es muy importante tomar conciencia que la democracia se da y se debate también en el territorio digital y no tiene las mismas reglas que en los lugares tradicionales de debate político. Por eso dijo que hay que estar conscientes de eso para no caer en discursos que radicalicen el debate y obstaculicen el diálogo y el consenso.
“Las nuevas tecnologías llegaron para quedarse, el ejemplo esta acá mismo en la Cámara de Diputados, donde tuvimos que adaptar todo al trabajo virtual, remoto, de hecho ayer (por el viernes 31 de julio) hubo una nueva sesión virtual a la que vino a exponer el Jefe de Gabinete”.
Y agregó que “no hay que dejar que de trasciendan los discursos del odio y la viralización de noticias falsas que nos llevan a posiciones extremas”.
Advirtió que su rol y los de su generación y las nuevas (tiene 34 años y desde chico accedió a una computadora y está muy involucrado con la tecnología) es ayudar a los más grandes a identificar portales y noticias falsas que generan cadenas de transmisión y distorsionan la información.
Agustin Frizzera (Democracia en Red) presentó la exposición de la oradora central de la jornada con estas palabras: “las Fake news tienen un sentido, atacar y demonizar a los oponentes políticos. Estos procesos de polarización política hacen crecer tendencias autoritarias “
De esta forma dio paso a la oradora, Natalia Aruguete (investigadora del Conicet y periodista) “Fake News a pedido del público”, llamó a su exposición
Aruguete dijo que Una Fake News es un evento político. Y explicó ¿Que es la polarización y cómo se da en redes sociales?
Los algoritmos segregan las ideas y las distribuyen en diferentes burbujas. Y son coherentes en la distribución con nuestras reacciones y emociones, con lo que nos generan esos mensajes.
“El retweet es aquella relación entre usuarios que muestra el mayor nivel de aceptación del mensaje del otro. Lo que vemos es la reproducción de mensajes en la burbuja que se generan entre usuarios que comparten identificaciones partidarias y valores”.
Cuando hablamos de polarización también hablamos de la cuestión afectiva. Cuando tenemos determinadas percepciones sobre un mensaje político no tiene que ver con nuestra identificación racional.
En este momento, por ejemplo, notamos que las identidades partidarias influyen en cómo estamos viendo la pandemia y desde ese lugar evaluamos la gestión de los que gobiernan.
En esos dos encuadres vemos que aquellos votantes que se identifican con Juntos por el Cambio tienen una percepción de mayor riesgo económico mientras que quienes se identifican con el partido del gobierno tienen mayor percepción por el riesgo sanitario. Lo mismo ocurre respecto a ponderación de las políticas sanitarias que se están llevando a cabo
Es decir, según la expositora, no se analizan las medidas sanitarias que lleva a cabo el gobierno sino solo desde las identidades partidarias.
Advirtió que debemos atender el contexto (perceptivo y comunicacional)-en el que las fake news tienen acogida para propagarse. Uno de los ejemplos es la falsedad que circuló con la supuesta “salida de presos indiscriminada por el Covid-19 avalada por Alberto Fernández”.
Ese fue el título de una noticia que salió publicada en la web de un diario nacional, el 27 de abril y lo que observamos, dijo, es que entre el 27 y el 29 de abril esa noticia se reprodujo en 102 medios digitales de todo el país. Esta homogeneidad en la reproducción donde los medios más grandes influyen en los más pequeños, logra que haya como un mecanismo de teléfono descompuesto. Finalmente se pierde la fuente original y eso no es un problema menor, señaló.
Ese factor incidental hace que perdamos nuestra iniciativa activa respecto a la relación con nuestra comunicación. Perdemos de vista la fuente de la información.
En su visión, alrededor de ese pánico moral que se generó por la noticia de los presos, también llevó a que se ataque a los movimientos feministas e hizo converger a los sectores de derecha y ultraderecha, que suelen actuar de manera coordinada cuando hacen ataques. La fake news es un acto de bullyng contra un sector determinado. Lo que logra es que todos se burlen y acompañen ese acto.
“Duró poco pero fue un acto intenso y efectivo. Lo que suelen lograr esas operaciones políticas y esas acciones es vaciar el contenido político del discurso, amedrentar al otro, acallarlo”.
También, puso el ejemplo de cuando se dioel debate por la legalización del aborto, donde los colectivos feministas tuvieron muchísimo impacto, acogida y legitimidad en la discusión en redes sociales. Estos mismos actores y grupos de burla estuvieron muy fuerte activando contra quienes defendían el proyecto de ley.
Por eso es importante encontrar estos momentos de radicalización y de circulación de fake news, recomendó.
Durante su exposición citó otro caso: Ocurrió con Villa Azul. Lo que se hizo como fake news fue en un canal de noticias nacional de alto alcance. Pusieron imágenes de una protesta en Chile, como si fueran de Argentina, de Villa Azul. En realidad era un video de una protesta muy violenta pero que tenía como principal punto de ataque a la intendenta Mayra Mendoza. Esa operación “miedo” la iniciaron los Trolls pero muchos de los que intervinieron para engrosar este tipo de información fueron parte de una operación partidaria. Aunque también tuvo la participación de otros actores, unos más novedosos que otros.
No solo hay trolls pagos sino también está la aparición de un nuevo actor: medios apócrifos que disfrazan de noticiabilidad estas noticias, pero que están dedicados a generar noticias falsas muy coordinadas con los aparatos políticos.
Y por otro lado los medios tradiciones de alcance nacional reproducen en ocasiones esas noticias falsas que luego justifican diciendo que publicaron el error de información porque provenía de los “vecinos de la zona”. Es lo que pasó con Villa Azul. Pero porque no chequean?.
No es que los medios tradicionales participen directamente de la operación o de esta coordinación.No creo que formen parte. Pero si que no actúan de manera responsable. Porque chequear este tipo de información lleva muy poco esfuerzo y tiempo. Con 5 minutos en el buscador de Google se supo que esas imágenes eran de Chile y no de Argentina.
Activar estos contenidos en las redes sociales, acelera la posibilidad de circulación y es así como se viralizan la fake news con mucho más alcance que lo que luego logra la desmentida de esa noticia falsa.
La jornada fue extensa y hubo muchas exposiciones valiosas. Para verla completa: https://www.redinnovacion.org/articulo/la-desinformaci%C3%B3n-como-distorsi%C3%B3n-la-democr%C3%A1tica-%C2%BFqu%C3%A9-podemos-hacer