En la política argentina hay pocos dirigentes/as que tienen trayectoria en la cuestión ambiental. En general los que llegaron a cargos vinculados con la temática, fueron más o menos eficientes en sus funciones, pero casi siempre con poca experiencia.

En cambio solo 2 dirigentes lograron referenciarse y hacer toda su carrera política abriendo camino a temas como la contaminación del medio ambiente y la dilapidación de los recursos naturales: Pino Solanas y Silvia Vázquez. Sin descartar que protagonizaron debates en otros temas, pero siempre volviendo a este punto.

Entrevistamos a Silvia Vázquez quien fundó el partido Verde en 2016.

*¿Cuándo empezaste a militar la cuestión ambiental?*

Los incendios en el sur no son nuevos. Ya en enero de 1996, como diputada radical que además integraba el gabinete en las sombras que había armado Rodolfo Terragno, me fui al Sur para acompañar a los vecinos afectados y reclamé, a en ese entonces a la secretaria de medio ambiente María Julia Alsogaray, por lo incendios en Bariloche. Entonces es un problema que arrastramos,  en algunos casos por negligencia y en otros por dolo. En el caso del sur los lugares donde se producen los incendios son los que rodean a la minería. Hay un dolo manifiesto, en las sucesivas administraciones de los distintos gobiernos. En 2021 sigue pasando lo mismo. No solo no mejora sino que hay permanente desfinanciamiento del sistema nacional del manejo de fuego. Siempre te vas a encontrar con que no hubo plata para comprar los helicópteros hidrantes.

Sabemos que tenemos incendios recurrentes y agravados ahora por un factor como es el cambio climático y no hay equipamiento para dar una respuesta inmediata frente a los incendios.

¿Qué pasa con la política? En el gobierno de Macri se desestructuró el sistema de manejo de fuego y se había subejecutado el presupuesto que tenía asignado en el ministerio para eso, con la gestión de Cabandié, también se subejecutó un 37% el presupuesto del plan que tenía para el año 2020 y no peleó más presupuesto para este año que es muy muy bajo 0,003%. En septiembre de 2019 yo plantee esta urgencia a Alberto Fernández, cuando era candidato.

Argentina no tiene una agenda ambiental mientras que en el mundo es un debate central.

Pero mi historia con estas cuestiones empezó antes, ya como concejal en Avellaneda. Desde allí pongo foco y denuncio el problema de puerto inflamable de Dock Sud.

Luego, el 27 de septiembre de 1993, siete personas murieron en Avellaneda por efectos de la emanación de gases tóxicos que surgían de las alcantarillas. Porque desde otro lugar limpiaban los tanques de ácido sulfúrico. Ni bien asumo como diputada, el primer proyecto que presento es referido a este tema.

*¿Hoy es el natalicio de Raúl Alfonsín, que recuerdos te trae?*

Justo hace unos días me crucé con una foto del año 89. Fue cuando él recién había dejado la presidencia, yo estaba embarazada de Pilar, mi segunda hija. . Al primer lugar donde concurrió, fue a Avellaneda en el Club hípico de pato. Le hicimos un asado con el comité, las autoridades. En aquel momento yo era concejal.  Lo vi muy flaco y demacrado. Con su poncho y esa sabiduría de siempre.

*¿Cómo fue tu salida del radicalismo después de tantos años de alfonsinista?*

Los partidos políticos no pueden transgredir su ética. El radicalismo nació para garantizar el derecho a elegir. Cuando hicimos la Alianza (UCR-Frepaso) en Avellaneda no nos dejaron ir a una interna, nos impusieron un candidato a dedo y frente a eso hice un gran lío, fui a la justicia, reclamé y hasta armé otra lista. Pero en ese momento De La Rúa – que ya tenía serias chances de ganar la elección- me pidió que bajara la lista porque había que lograr ganar Avellaneda. Me lo pidieron a mí, no se lo fueron a pedir a los otros, que habían entrado por la ventana. Y la bajé. Tiempo después me arrepentí por haberlo hecho.

No obstante, seguí en la UCR militando los temas ambientales. Hasta que me expulsan porque me animé y dí la pelea para ir a la interna abierta. Me había cansado de que me bajaran con el dedo. Me terminan echando del radicalismo porque yo reclamaba el derecho a ir elecciones

Con todo le debo mucho al pueblo radical que acompañó cada una de las luchas en las que me metí.

Entonces armé una alianza con diferentes sectores radicales y del peronismo. EN 2007 integré el gabinete del intendente japonés García y se armó la Concertación.  Desde allí ingreso como diputada nacional.

Pero ese espacio luego se rompe. Con la discusión respecto a las retenciones móviles. Me acordé de las formas sutiles de “golpes” que le habían hecho a Alfonsín. Tremendos embates durante su gobierno de diferentes sectores de presión que de hecho lo hacen renunciar meses antes de entregar su mandato, crisis que se desató por una discusión similar. Por eso es que cuando un sector del radicalismo que estaba en la Concertación se puo del otro lado, y el vicepresidente Cobos se desmarcó, incluso cuando en persona le pedí que no hiciera algo que no pusiera en riesgo la institucionalidad. Ahí me pareció que esa votación puso al borde del colapso la institucionalidad en argentina. Por eso sentí que en ese momento había que cerrar filas alrededor de Cristina Kirchner. Yo tengo muchas diferencias políticas con ella. Pero detesto cuando se la menoscaba porque veo que hay una cuestión de género en eso. Aunque también en ella veo que termina teniendo actitudes machistas.

.*¿Cómo siguió tu trabajo en estas cuestiones?*

Argentina en su momento fue referencia por la lucha por los derechos humanos. Pero con el tema ambiental, no. Y también en este asunto estamos hablando de los derechos humanos de los que estamos vivos. Acá no se entendió que los derechos humanos por el medioambiente son centrales y no eran nuevos, ya estaban, de hecho hay una carta de Perón a los pueblos del mundo de 1972 donde también habla de esto.

*¿Cómo llegas a armar el Partido Verde?*

Como diputada armé con Claudio Morgado el bloque de la Concertación Forja. Me gustaba recuperar aquella memoria, darle alguna continuidad histórica a lo que había sido Forja.

Con el tiempo la agenda ambientalista siguió siendo mi eje y por eso decidí vincularme con todos los partidos verdes del mundo, los que están en las américas y también con los europeos. Y arranqué armando en función de eso. De modo que  pasamos de ser la Concertación a ser el Partido Verde. Lo armamos en la provincia de Buenos Aires, en Mendoza, en la Ciudad de Buenos Aires, en Corrientes y en Santa Fé. También en Tierra del Fuego que ya tenía Partido Verde provincial y estamos trabajando con ellos. Confluimos en una agenda ambientalista, que discuta el presente y el mañana.

El gran faltante de la política es que no tienen agenda de hoy y del futuro. Están enredados en discusiones del pasado.

Por ejemplo tenemos un gran déficit en materia de justicia pero es desde siempre, sin embargo toda la reforma judicial se basa en Comodoro Py y  si se circunscribe a eso, no le va a interesar a nadie. Alfonsín tenía estos problemas pero arrancó de alguna manera e hizo el juicio a las Juntas. Por algún lado hay que arrancar. Hay que mejorar el servicio de justicia para el ciudadano de a pie.

Con la cuestión ambiental, ojo, no es ambiental solo, se trata de discutir el desarrollo económico de nuestro país, con esta mirada. De la protección de la naturaleza y los recursos naturales y denunciar el abuso que hacen algunos sectores minoritarios sobre los bienes que son de todos. Hay una apropiación de algo que es de todos por parte de un pedacito chiquito de la sociedad. Es una transferencia de riqueza que en realidad termina a los países centrales, a través de empresas trasnacionales. La ola verde está en todo el mundo, la irrupción de los verdes con más éxito electoral tiene que ver con cómo ha crujido la socialdemocracia en Europa. Que también se fue transformando en progresismo lavado y no respondía a una agenda nueva.

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